La Cosecha
Domesticar el agave y su cosecha, es una maestría que exige años de experiencia. Para que una penca de agave alcance su perfecta madurez, toma al menos ocho años de un cultivo cuidadoso y especializado. Una vez transcurrido este tiempo el agave está listo para comenzar el proceso de transformación que dará nacimiento a nuestro tequila.

Seleccionado a Mano
Cuando finalmente llega el momento de la cosecha, dedicamos una atención particular al momento de la recolección del agave. Para comenzar se realiza por medio de una selección manual, planta por planta, tomando en cuenta la madurez y la dulzura de la piña; que es el corazón del agave. Éste ritual, cercano al que se realiza en la pisca de la uva para la elaboración del vino, permite al Maestro Tequilero definir los matices y complejidades que la cosecha alcanzará año con año.



Madurado a la Perfección
Los agaves de Casa Dragones son cultivados a lo largo de un ciclo de crecimiento de entre 8 y 12 años hasta que su madurez llega a la perfección. El proceso comienza con la siembra de los retoños, conocidos como “hijuelos”, que asegura la consistencia y la calidad de las plantas. Conforme la madurez de la cactácea lo determine, el agave se va podando para ser cuidado al máximo.