RECORRIDO POR SAN MIGUEL DE ALLENDE CON UNA MAESTRA TEQUILERA

Bertha González Nieves está a sus anchas en San Miguel de Allende, México.

La cofundadora y CEO de Casa Dragones, un tequila de alta gama, favorito de Oprah y del súper chef mexicano Enrique Olvera, está sentada en la resolana del patio de La Casa Dragones, una construcción de piedra que data del siglo XVII. En ese entonces, ahí se encontraban los establos de los Dragones, un escuadrón de caballería rebelde que formó parte del movimiento de Independencia de México, hace más de dos siglos.

González Nieves y su socio, Bob Pittman, se sintieron tan inspirados por la valentía y espíritu rebelde de los Dragones, que no sólo adoptaron el nombre para su compañía, sino que compraron los establos y los transformaron en una hermosa residencia con cuatro habitaciones y una sala de cata, donde los visitantes pueden disfrutar degustaciones privadas. Con su elegante patio de cantera y salón de degustaciones sin muros, no hay mejor lugar en este pintoresco destino para pasar la tarde aprendiendo sobre tequila y la historia de los independentistas, con una copa de Tequila Casa Dragones Joven en la mano.

Si bien el tequila se elabora en Jalisco, González Nieves llama a San Miguel el "hogar espiritual" de Casa Dragones. Como todos los que caminan por sus calles empedradas, ella quedó fascinada con sus fachadas pintadas de cálidos tonos ocres, espectaculares atardeceres y riqueza histórica y cultural.

Situada en la meseta central de México, San Miguel fue declarada Ciudad Patrimonio Mundial por la UNESCO y es uno de los Pueblos Mágicos de México, denominación que se otorga a destinos que sobresalen por su mezcla de historia, cultura y bellezas naturales. En el caso de San Miguel, una catedral del siglo XVI, un mural histórico del artista mexicano David Alfaro Siqueiros y una luz maravillosa que atrae a numerosos pintores y fotógrafos.

Al preguntarle a González Nieves qué le parece lo mejor de San Miguel, contesta que es la gente. "He tenido oportunidad de conocer a personas extraordinarias, pensadores destacados, maestros de la creatividad, mentes inquisitivas", afirma. "Los habitantes de San Miguel son quienes le dan vida a la ciudad." Por eso resulta natural que su guía de viaje personal para disfrutar al máximo la visita a San Miguel comience con una tarde relajada, viendo pasar a la gente.

En el centro de San Miguel se encuentra El Jardín, una plaza con cuidadas jardineras, situada frente a las torres de cantera rosa de la parroquia de San Miguel Arcángel. Lo usual es pasar por ahí varias veces al día, de camino a los restaurantes, galerías y tiendas de las calles aledañas, pero a González Nieves lo que más le gusta es sentarse en una banca y contemplar a los paseantes. "Puedes pasar una hora, tomándote un café y simplemente viendo pasar a la gente, o dar la vuelta y escuchar a los mariachis que tocan en la esquina", describe. "Cada fin de semana hay algo que celebrar; entre fiestas nacionales y procesiones, no hay manera de aburrirse."

En noviembre, durante el festival del Día de Muertos, El Jardín se llena de elaboradas ofrendas, altares decorados con flores de cempasúchil para recordar a los difuntos, y puedes maquillarte como calavera en la misma plaza, o comprar una corona de flores para unirte al festejo.

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