Al florecer las cempasúchiles y encenderse las velas, México se prepara para una de sus celebraciones más especiales: el Día de Muertos. Es un momento para hacer una pausa, estar presentes y abrirnos a nuevos comienzos; una invitación a celebrar la vida y brindar por lo que está por venir.

Y cuando brindamos, debe ser con algo elaborado con esa misma reverencia.

En Casa Dragones, no solo elaboramos tequila: cada botella nace de una meticulosa atención al detalle, reflejando la pasión, la precisión y la maestría que nos distingue. Cada botella cuenta nuestra historia, desde el número 16 en nuestro logo hasta nuestro hogar en Recreo 16, en San Miguel de Allende.

San Miguel de Allende es nuestro hogar espiritual, hoy reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y nombrado Mejor Ciudad del Mundo en 2024. Aquí, la caballería de los Dragones emprendió el movimiento de independencia de México en 1810. Durante el Día de Muertos, la ciudad se convierte en un homenaje vivo: las calles se llenan del resplandor de las cempasúchiles y del desfile de catrinas que celebran la vida entre altares y música. El otoño en San Miguel de Allende invita a descubrir la esencia de nuestro hogar, La Casa Dragones.

Así como el Día de Muertos celebra la memoria y el legado, en Casa Dragones celebramos la artesanía Mexicana: cuidamos cada detalle, desde la fermentación hasta la firma final que da vida a cada botella.

Este Día de Muertos, brindamos por la vida y por el legado que perdura en cada una de nuestras botellas.

Ya sea que compartas este brindis con tus seres queridos o que descubras por primera vez el espíritu de México, en Casa Dragones celebramos contigo los momentos que merecen ser recordados.

Porque la vida, al igual que el tequila, se disfruta mejor cuando se elabora con cuidado y se comparte con quienes más queremos.